Un Recorrido por mi Historia

Desde pequeña me reconozco simplemente conectada al reino mineral. Las piedras han sido mi fascinación y mis mejores juguetes: hacia montañitas y trenes con ellas, jugaba a la payana y las llevaba conmigo en los bolsillos. Esa era mi forma inconsciente de dejarme abrazar por su potencia energética.

A medida que fui creciendo, el hecho de vivir conforme a ciertas normas me distanció por un tiempo de sentirme en conexión con este bendito reino cristalino. Busqué estudiar alguna carrera y no elegí precisamente la que más me gustaba; y me recibí como Contadora Pública Nacional.

En simultáneo fui mamá de dos hermosos niños que adoro con toda mi Alma y mi corazón, Agustín y Catalina. Sin dudas ser mamá fue y sigue siendo la experiencia iniciática más profunda de mi vida, junto a la experiencia de ser Abuela de mi nieta, junto a 4 nietos a quienes amo profundamente: Elena, Tobías, Manuel y Rafael.

Un año antes de recibirme de Contadora Pública Nacional, a los 23 años, tuve la bendita posibilidad de adentrarme en el mundo del diseño de vestimenta étnica y caprice, donde comencé a vincularme con una vida llamada Barracas, hecha con telares ancestrales en los Valles Calchaquíes.

Fue en este lugar donde conocí a las mujeres que me iniciaron en el camino, donde comencé a recordar con tanta pasión: el de aprender a conectarme de forma consciente con los Portales Energéticos y aprender a utilizar las piedras y cristales de forma terapéutica, para sanar y sentirme más armónica.

Un largo camino me fue conduciendo a sentir cada vez con más fuerza la necesidad de aprender y de recordar cada día más, impregnándome de contactos en Energía y sintiendo como, poco a poco, se transformaba mi humanidad dándole lugar al Alma para que se uniera por fin a mi vida Consciente.